Google y el secreto de la "inmortalidad empresarial"...
20
años atrás cuando Larry Page y Sergey
Brin eran estudiantes de Stanford, Lycos era el buscador más usado, este sin embargo
tenía un problema, los resultados de la búsqueda eran dispersos por decir lo
menos, es decir, uno buscaba por ejemplo autos y el buscador arrojaba una gran
cantidad de sitios de pornografía. El mecanismo de Lycos era un algoritmo muy básico,
mostraba como primeros resultados a todos aquellos sitios, enlaces o vínculos que contuvieran la mayor cantidad de la palabra
autos. Los sitios de pornografía ponían en las direcciones la palabra autos repetidas
veces, en letra muy pequeña o también en
letra en blanco sobre fondo blanco de modo que uno buscaba autos y terminaba
viendo un resultado amplio de sitios porno.
Page
y Brin entendieron que había una oportunidad de negocio (una necesidad de
mercado no bien satisfecha) y dieron inicio a lo que hoy es Google, que comenzó
como un proyecto de investigación académica. Para mejorar aquel tan sencillo
algoritmo de búsqueda de Lycos , tuvieron que literalmente vaciar toda la red,
consumiendo por esto la mitad del ancho de banda del internet de Stanford, Webmasters molestos se quejaban a Stanford de que Google estaba saturando sus
servidores y un museo en línea pensó que Stanford quería apropiarse y quitarle
contenido y pensó en demandarla.
La
respuesta llegó y fue buena. Page y Brin desarrollaron un algoritmo que permitía
que cuando uno buscase autos,,, encontrara como resultado autos, sin embargo, a
fines de los noventa y con el rompimiento de las burbujas de las puntocom muchas empresas embrionarias en tecnología se vendían a un
precio irrisible, muchas otras fracasaban y salían de mercado.
Google
logro hacer viable su modelo por algo que hoy parece muy lógico. Cobrando por
publicidad, pero no cualquier publicidad, el anunciante pagaría no por poner el
banner sino por los clics hechos a este. Se estaba desarrollando un esquema de
negocio completo casi perfecto, el anunciante pagaba sólo por los clics hechos
en sus anuncios y las tiendas en línea podrían vender lo que quisieran, los
negocios de nicho (de mercados pequeños pero rentables) podían vender lo que
quisiesen pues una simple búsqueda los haría visible literalmente al mercado
mundial.
Aparecerían
sin embargo algunas imperfecciones en el mercado. Google se convertiría en un monopolio natural (controla el 90% del
mercado de búsquedas) y no era muy claro a la hora de especificar los criterios
con los que se ubicaban los primeros lugares en los resultados de búsqueda, aunque tenían razón en el sentido de
no ser tan diáfanos al explicar el algoritmo. Debido a que si explicaban al 100% como es que se hacía
para que apareciera tal o cual enlace como primer o segundo resultado de
búsqueda caerían en el mismo error de Lycos y es que dejaría las puertas
abiertas para que el sistema fuera timado y/o boicoteado y perdería lo que le
ha generado tanto éxito y lo ha llevado a donde está: Alta eficiencia en la
búsqueda, además de ser indiscutiblemente el buscador líder en el mundo generando
decenas de miles de millones de dólares de ganancia anuales.
De
cara al futuro probablemente nuestros hijos y nietos seguirán usando Google
como principal fuente de búsqueda, muy atrás quedarán las páginas amarillas de
los negocios, y las mismas bibliotecas. El tiempo dirá.
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